No me gustan los gatos, los viejos ejemplares en extinción.
El viejo no entiende de mariposas
Ni de hombres oruga.
De cómo los cultos de la noche
los hacen mutar
Desde el auto
Selección de ultraistas, valevergistas, alcoholicos publicos, gatos, diablos, anacoretas de paso, y una que otra persona que escribe.
Cuatro
Basta de memorias prestadas.
De este cansancio
por subir hacia los mismos nombres
cada vez más fríos.
Seis
Van tres semanas recogiendo
las cuentas de un collar
acostumbrado a golpear el piso.
La insistencia
es
y la cuerda vocal rota
que sostuvo todo.
La razón del tráfico
Esta es la peor hora, llena de automóviles como de vallas publicitarias. Al que cruzaba la carretera lo llamaron peatón anónimo, dos días después, victima del tráfico. Culparon a los padres aunque ellos no lo nombraran así. Ahora no pueden pasar por esa calle sin que cambie el nombre que tenia, lo único que dejó de pertenecerles.
La muerte tiene una gran sombrilla
No llovió toda
La hora que es
La lluvia se come su centro de arena; alguna vez fue el mar. En la playa una mujer pasó sobre su cuerpo, tenía el nombre de una mujer que corre descalza sin saber que hora es. Una piedra contra el vidrio del autobús desaparecerá su existencia. Nunca se dará cuenta lo tarde que es. El sol hace que veamos a través de los cristales lo que esta del otro lado.
Y qué si crujo al contacto con el aire,
sus aparentes radioactividades,
sus sillas vacías
sus ecos
Si la contención me agota,
si ya no tengo estornudos
ni salivación
Todo es efecto secundario
del rastro de exitación
del cuarto disco de la cocina.
Paris
La luz es verde. Tus ojos contra
La lente no escucha como respiras. El aliento entrecortado al instante en que me pones atención. Repetir este genital dentro del tuyo.